, Domingo, 14 de Enero de 2007
Esta joya arquitectónica data de 1527 y convirtió al municipio en uno de los cinco lugares que cuentan con uno, los otros son Zacatecas, Puebla, Morelia y Querétaro
ACÁMBARO
El acueducto de Acámbaro es una de las obras arquitectónicas más importantes del municipio por el sistema de ingeniería empleado en su construcción, muy adelantado para su época.
CÉSAR LARRONDO DÍAZ
"Pensamos que en el 2008 tendremos recursos para iniciar las obras y en cuanto tengamos el proyecto podemos informar cuándo iniciamos", edil.Su construcción inició en 1527 por Fray Antonio Bermul y el 22 de enero de 1528 el agua llegó por primera vez por esta vía a Acámbaro, situado a 17 kilómetros de "la toma del agua" donde nacía el líquido.
Actualmente, en la Pila de la Cruz, hay una placa alusiva al acontecimiento que convirtió a Acámbaro en uno de los cinco lugares con un acueducto que data de la época colonial.
Los otros existen en Zacatecas, Puebla, Morelia y Querétaro. Sin embargo, a la fecha se encuentra deteriorado y puede desaparecer de no emprenderse acciones para su rescate.
LA CONSTRUCCIÓN
El Fraile Franciscano Antonio Bermul levantó una capilla en Tócuaro para bautizar a los indios del lugar. Poco tiempo antes de celebrar allí su primera misa oficial, en septiembre de 1526, Fray Antonio Bermul se informó sobre dónde había suficiente agua de manantial que sirviera para satisfacer las necesidades de la población, sin que tuviera que ir diariamente hasta el río Lerma y traer el agua en envases cargados en la espalda o en la cabeza, según acostumbraban los indígenas.
Fray Bermul logró que los indígenas cavaran una larga zanja por donde corrió el agua de manantial a cielo abierto y años después, en 1779, por cuestiones de higiene, se construyó "la toma", en terrenos de la hacienda de San Isidro, entonces en poder del español Juan García de Lamadrid.
Al poco tiempo el canal también fue arreglado al cubrirse con piedra laja y cerrarse a cal y canto. Una vez cerrado el canal, fue construido el acueducto a partir de la parte alta de la actual avenida Hidalgo hasta la calle Leandro Valle, donde se remata con una alcantarilla muy alta de donde sale la tubería que distribuía el agua a la ciudad de abajo.
La arquería del acueducto, que se terminó de edificar en 1781, es recia y variable en sus unidades de canteras, lajas y cal y canto. Ocupa casi todo el tramo de lo que era la calle de la Amargura (avenida Hidalgo sur) y en una de sus partes se encontraba la imagen de San José que actualmente se localiza en la esquina de la Avenida Hidalgo y la calle Aquiles Serdán.
Cuentan que en 1873 hubo fuertes temblores en la Sierra de Ucareo que hicieron aparecer nuevos manantiales. El 20 de mayo de 1879, el Ayuntamiento de Acámbaro entabló convenio con la comunidad de Ucareo (Michoacán) para utilizar las aguas de ese manantial (de la rosa amarilla).
El acueducto lucía menos que ahora por los altibajos de la toba volcánica, el tepetate y los grandes fragmentos de obsidiana que constituían el piso de la calle. Con los empedrados que los ayuntamientos fueron poniendo, el piso se fue nivelando, más aún cuando se construyó la carretera a Zinapécuaro (Michoacán).
En 1964, cuando se desarrolló el Plan Guanajuato, ejecutado por el gobernador de aquel entonces, Juan José Torres Landa, los basamentos de los arcos quedaron unos al descubierto y otros semidescubiertos, lo que contribuyó a darle magnificencia a la obra.
TESTIMONIOS
El alcalde César Larrondo Díaz informó que la Secretaría de Finanzas y Administración aprobó 5 millones de pesos para el proyecto ejecutivo de "La Huerta" y del acueducto.
"Pensamos que en el 2008 tendremos recursos para iniciar las obras y en cuanto tengamos el proyecto podemos informar cuándo iniciamos". El primer edil manifestó que por sus características, el acueducto es una obra especial para Guanajuato y que por ello se quiere rescatar, como también se busca remodelar el Mercado Hidalgo, rescatar el auditorio, la escuela "Ignacio Ramírez" y la fuente morisca.
Juan Sánchez Uribe, jefe de imagen urbana, adelantó que como parte de los trabajos para el rescate del acueducto de Acámbaro, ya se hizo el levantamiento topográfico y el arquitectónico y está pendiente la presupuestación, que equivale a más de dos millones de pesos.
Para el funcionario, los trabajos de rescate del acueducto son muy importantes toda vez que nunca se le ha hecho nada y se está marginando una joya arquitectónica única en el estado de Guanajuato.
Por ahora, la intención primera es evitar que continúe el deterioro de la obra. Por su parte, el acambarense José Vieyra Acevedo mostró su beneplácito al saber que ya se va hacer algo para el rescate del acueducto.
"Yo me acuerdo hace 30 años como el acueducto todavía llevaba agua que emanaba desde lo que llamamos "la toma" y abastecía del líquido a habitantes de la colonia San Isidro, que en ese tiempo no estaba tan poblada, y donde la gente usaba para llevar agua a sus casas las clásicas "maromas".
Vieyra Acevedo comentó que en la colonia La Soledad todavía existe una bóveda donde se tomaba agua potable para el uso doméstico y que actualmente existe la Pila de la Cruz, donde la gente se abastecía de agua para lavar sus carros y los animales tomaban agua.
Para Vieyra Acevedo "sería magnifico" rescatar el acueducto, el cual consideró un símbolo para los acambarenses, el cual no han sabido valorar. "Le daríamos vida a Acámbaro, y si llevara agua sería mejor, porque se utilizaría... Este acueducto es único en el estado de Guanajuato y debemos crear conciencia en la gente, porque da coraje que lo grafiteen y utilicen como mingitorio.
Por eso es urgente tomar medidas para darle una protección a esta joya". Finalmente, el también acambarense Luis Antonio Falcón Bribriesca, refirió que hace 30 años, cuando todavía no había pozos para agua potable en Acámbaro, se utilizaba el acueducto con muy buenos resultados, toda vez que era agua que emanaba de un manantial.
"Esperamos que se busque la forma inmediata para remozarlo y conservarlo. Sabemos que el municipio se interesa por salvarlo y que se le dé mantenimiento, porque es de los cinco que hay en el país y debemos sentirnos orgullosos por tener uno de ellos".
Esta joya arquitectónica data de 1527 y convirtió al municipio en uno de los cinco lugares que cuentan con uno, los otros son Zacatecas, Puebla, Morelia y Querétaro
ACÁMBARO
El acueducto de Acámbaro es una de las obras arquitectónicas más importantes del municipio por el sistema de ingeniería empleado en su construcción, muy adelantado para su época.
CÉSAR LARRONDO DÍAZ
"Pensamos que en el 2008 tendremos recursos para iniciar las obras y en cuanto tengamos el proyecto podemos informar cuándo iniciamos", edil.Su construcción inició en 1527 por Fray Antonio Bermul y el 22 de enero de 1528 el agua llegó por primera vez por esta vía a Acámbaro, situado a 17 kilómetros de "la toma del agua" donde nacía el líquido.
Actualmente, en la Pila de la Cruz, hay una placa alusiva al acontecimiento que convirtió a Acámbaro en uno de los cinco lugares con un acueducto que data de la época colonial.
Los otros existen en Zacatecas, Puebla, Morelia y Querétaro. Sin embargo, a la fecha se encuentra deteriorado y puede desaparecer de no emprenderse acciones para su rescate.
LA CONSTRUCCIÓN
El Fraile Franciscano Antonio Bermul levantó una capilla en Tócuaro para bautizar a los indios del lugar. Poco tiempo antes de celebrar allí su primera misa oficial, en septiembre de 1526, Fray Antonio Bermul se informó sobre dónde había suficiente agua de manantial que sirviera para satisfacer las necesidades de la población, sin que tuviera que ir diariamente hasta el río Lerma y traer el agua en envases cargados en la espalda o en la cabeza, según acostumbraban los indígenas.
Fray Bermul logró que los indígenas cavaran una larga zanja por donde corrió el agua de manantial a cielo abierto y años después, en 1779, por cuestiones de higiene, se construyó "la toma", en terrenos de la hacienda de San Isidro, entonces en poder del español Juan García de Lamadrid.
Al poco tiempo el canal también fue arreglado al cubrirse con piedra laja y cerrarse a cal y canto. Una vez cerrado el canal, fue construido el acueducto a partir de la parte alta de la actual avenida Hidalgo hasta la calle Leandro Valle, donde se remata con una alcantarilla muy alta de donde sale la tubería que distribuía el agua a la ciudad de abajo.
La arquería del acueducto, que se terminó de edificar en 1781, es recia y variable en sus unidades de canteras, lajas y cal y canto. Ocupa casi todo el tramo de lo que era la calle de la Amargura (avenida Hidalgo sur) y en una de sus partes se encontraba la imagen de San José que actualmente se localiza en la esquina de la Avenida Hidalgo y la calle Aquiles Serdán.
Cuentan que en 1873 hubo fuertes temblores en la Sierra de Ucareo que hicieron aparecer nuevos manantiales. El 20 de mayo de 1879, el Ayuntamiento de Acámbaro entabló convenio con la comunidad de Ucareo (Michoacán) para utilizar las aguas de ese manantial (de la rosa amarilla).
El acueducto lucía menos que ahora por los altibajos de la toba volcánica, el tepetate y los grandes fragmentos de obsidiana que constituían el piso de la calle. Con los empedrados que los ayuntamientos fueron poniendo, el piso se fue nivelando, más aún cuando se construyó la carretera a Zinapécuaro (Michoacán).
En 1964, cuando se desarrolló el Plan Guanajuato, ejecutado por el gobernador de aquel entonces, Juan José Torres Landa, los basamentos de los arcos quedaron unos al descubierto y otros semidescubiertos, lo que contribuyó a darle magnificencia a la obra.
TESTIMONIOS
El alcalde César Larrondo Díaz informó que la Secretaría de Finanzas y Administración aprobó 5 millones de pesos para el proyecto ejecutivo de "La Huerta" y del acueducto.
"Pensamos que en el 2008 tendremos recursos para iniciar las obras y en cuanto tengamos el proyecto podemos informar cuándo iniciamos". El primer edil manifestó que por sus características, el acueducto es una obra especial para Guanajuato y que por ello se quiere rescatar, como también se busca remodelar el Mercado Hidalgo, rescatar el auditorio, la escuela "Ignacio Ramírez" y la fuente morisca.
Juan Sánchez Uribe, jefe de imagen urbana, adelantó que como parte de los trabajos para el rescate del acueducto de Acámbaro, ya se hizo el levantamiento topográfico y el arquitectónico y está pendiente la presupuestación, que equivale a más de dos millones de pesos.
Para el funcionario, los trabajos de rescate del acueducto son muy importantes toda vez que nunca se le ha hecho nada y se está marginando una joya arquitectónica única en el estado de Guanajuato.
Por ahora, la intención primera es evitar que continúe el deterioro de la obra. Por su parte, el acambarense José Vieyra Acevedo mostró su beneplácito al saber que ya se va hacer algo para el rescate del acueducto.
"Yo me acuerdo hace 30 años como el acueducto todavía llevaba agua que emanaba desde lo que llamamos "la toma" y abastecía del líquido a habitantes de la colonia San Isidro, que en ese tiempo no estaba tan poblada, y donde la gente usaba para llevar agua a sus casas las clásicas "maromas".
Vieyra Acevedo comentó que en la colonia La Soledad todavía existe una bóveda donde se tomaba agua potable para el uso doméstico y que actualmente existe la Pila de la Cruz, donde la gente se abastecía de agua para lavar sus carros y los animales tomaban agua.
Para Vieyra Acevedo "sería magnifico" rescatar el acueducto, el cual consideró un símbolo para los acambarenses, el cual no han sabido valorar. "Le daríamos vida a Acámbaro, y si llevara agua sería mejor, porque se utilizaría... Este acueducto es único en el estado de Guanajuato y debemos crear conciencia en la gente, porque da coraje que lo grafiteen y utilicen como mingitorio.
Por eso es urgente tomar medidas para darle una protección a esta joya". Finalmente, el también acambarense Luis Antonio Falcón Bribriesca, refirió que hace 30 años, cuando todavía no había pozos para agua potable en Acámbaro, se utilizaba el acueducto con muy buenos resultados, toda vez que era agua que emanaba de un manantial.
"Esperamos que se busque la forma inmediata para remozarlo y conservarlo. Sabemos que el municipio se interesa por salvarlo y que se le dé mantenimiento, porque es de los cinco que hay en el país y debemos sentirnos orgullosos por tener uno de ellos".
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