domingo, 7 de junio de 2009

Jaral de Berrios, un paseo por la historia


Por: Roberto López, Domingo, 12 de Abril de 2009
En este excelente lugar conocerá el pasado del estado de Guanajuato y se internará en una majestuosa hacienda edificada por una de las familias más ricas de la Nueva España
SAN FELIPE
LA HACIENDA
ha sido escenario de dos películas interpretadas por el actor español Antonio Banderas. Foto: Roberto López A pesar de ser propiedad privada y de estar en franco deterioro, la hacienda de Jaral de Berrios sigue siendo uno de los principales atractivos del municipio.
La filmación de dos cintas con Antonio Banderas y la historia de sus acaudalados dueños la convierten en un destino turístico que vale la pena visitar.
La producción ha parado pero ahí se sigue vendiendo el famoso mezcal de Jaral de Berrios, que hoy se cotiza en mercados como Canadá. En México, la bebida es distribuida por dos firmas mayores de vinos.
La historia
Tips!
Cómo llegar: La hacienda está ubicada la altura del kilómetro 35 de la carretera San Felipe-San Luis Potosí, a unos 20 minutos de la cabecera municipal, la hacienda de Jaral de Berrios, en la comunidad del mismo nombre hoy es propiedad de Jorge Guajardo, pero ha tenido tantos dueños como salones en su interior.En sus inicios, estas tierras fueron habitadas por indios guachichiles y al llegar los colonizadores las convirtieron en terrenos de pastoreo y una estancia de agricultores.
Las primeras crónicas de Jaral datan de 1592, y ya para 1613 su segundo dueño, Martín Ruiz de Zavala, inició a edificarla
Pasan los años y los propietarios se suceden por compra o por herencia. El primer Berrio en llegar a esta hacienda fue Andrés de Berrio, quien al casarse en 1694 con Josefa Teresa de Saldívar se convirtió en propietario.
La hacienda Jaral de Berrios era tan productiva que las personas que fueron sus dueños se convirtieron en algunos de los hombres más acaudalados de su época, a tal grado que se le concedió el título nobiliario de marqués.
Tal fue el caso de Miguel de Berrios, quien el 1749 llegó a ser dueño de 99 haciendas; la de Jaral era la más importante de ellas y algo así como la capital de un pequeño estado.
Según el libro "Jaral de Berrios y su Marquesado", escrito por Jesús Ibarra Grande, Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio fue el tercer marqués de Jaral de Berrios, y el hombre más rico de México en su época.
Fue además el último dueño con el apellido Berrio.
La hacienda empezó con la elaboración y venta de mezcal pero tuvo otras actividades, como la fabricación de pólvora. Hoy el mezcal se destila en Querétaro y en la hacienda solamente se envasa.
Durante la guerra de Independencia, Francisco Javier Mina tomó la hacienda por asalto y la saqueó. Con la revolución empezó la decadencia del lugar debido a los incendios y los primeros abandonos.
Años después la hacienda pasó a ser propiedad del ejido y éste la vendió luego a un particular.
Destino turístico
Por su arquitectura y en parte por su deterioro, la hacienda ha sido escenario de películas extranjeras. Las dos más conocidas fueron interpretadas por el español Antonio Banderas: "Érase una vez en México" y "Pancho Villa como él mismo".
Por 15 pesos, cualquier persona puede entrar a recorrer sus patios y habitaciones; el problema es que no hay guías ni alguien especializado que explique su historia.
La hacienda abarca 36 hectáreas y el edificio tiene 40 habitaciones, algunas conservan pinturas o tapices originales; tiene un pozo, 2 bodegas, caballerizas y tres silos o graneros.
En el viejo casco de la hacienda hay tres casas principales que siguen la línea frontal de la mansión: la primera fue la casa de don Francisco Cayo y es la más elegante; la del reloj, la de las dos torres.
La segunda se construyó de piedra y cantera lisa, sin adornos, con un mirador en la segunda planta, y la tercera se diseñó con una estructura moderna. Todas son de dos plantas y sus puertas y ventanas principales miran al oriente.
Proyecto de rescate
Para hacerla más atractiva a los visitantes y ofrecer una opción para que los habitantes puedan allegarse de recursos, actualmente la presidencia construye la plaza principal de la ciudad.
La obra incluye la construcción de áreas exteriores, áreas jardinadas, fuente, instalación eléctrica e iluminación y tiene un costo de 4 millones y medio de pesos.
El problema, dicen algunos, es que con la construcción de la plaza, la hacienda perderá la visión estética que de manera natural transporta al visitante al pasado.
Lo cierto es que el lugar resulta un sello característico de la historia de San Felipe y en sí mismo es un objetivo que agradecen cámaras fotográficas, de video y la experiencia de sus visitantes.

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